
Bambinas encontrar a vuestro príncipe azul y empezar una vida junto a él es lo más maravilloso que os puede suceder, ya que el amor es mágico y consigue sacarnos sonrisas a cada instante. Pero... debéis saber que las relaciones de pareja son duras... llenas de discusiones... Todas las parejas discuten aunque si aplicáis estos consejillos seguro que conseguiréis reducirlas e incluso disfrutar de los momentos de reconciliación.
PROBLEMAS TÍPICOS
1. La familia de origen. El tema de la familia, tanto tuya como la de tu bambino, es un motivo frecuente de discusión, sobre todo en parejas de recién casados, que están marcando terreno para ver quién impone las reglas.
- ¿A quién hay que ser leal? La lealtad es a la pareja. Se supone que, desde el momento en que se han casado, han conformado una sociedad y rompieron con el núcleo anterior. Esa es la única forma de que vuestra relación se fortalezca.
- Si uno tiene problemas con la familia del otro, ¿evitar el encuentro es una solución? Por supuesto que no. Sino que debemos de tener un trato respetuoso. Bambina intenta no faltar el respeto a tu suegra, ¡no la veas mucho y cuando lo tengas que hacer no hables demasiado!
2. El dinero. Las discusiones por el dinero aparecen a lo largo de toda la historia de la pareja, desde que recién se casan hasta que llevan muchos años de convivencia.
- ¿Por qué el dinero es un problema? Porque, aunque se diga que en la pareja todo se comparte, lo cierto es que el que gana más toma las decisiones más importantes.Muchas veces, son las mujeres las que gastan, pero se ocupan de los gastos pequeños, cotidianos. Las grandes decisiones económicas: cambio del coche, compra de propiedades, las toma el hombre, que es el que más gana por lo general.
- ¿Pero, si los dos trabajan por igual, no tendrían que gastar por igual también? Muchas veces, las mujeres trabajan, pero trabajan para sus gastos. Con lo cual, se comportan como hijas adolescentes, pagan su ropa, sus estudios y gastos de los niños, aludiendo que es “su” dinero. Eso se puede mantener cuando la situación económica es holgada, pero, a la larga, genera recelos
- ¿Qué es menos conflictivo: mantener cuentas separadas o hacer -un fondo común? Cualquiera de los dos sistemas sirve. No hay un modelo mejor que el otro sino uno en el cual los dos miembros de la pareja se sienten satisfechos.
- Que la bambina gane más que el bambino, ¿puede convertirse en un problema? En general esto es conflictivo, porque hay una cuestión cultural fuerte, en la que lo que se espera es que él gane más. Cuando ocurre a la inversa, muchos hombres se sienten menos. Pero también están los que buscan mujeres poderosas y se sienten cómodos en ese lugar.
3. El trabajo y la carrera. En muchas parejas, la pelea puede venir por el lado de quien tiene un lugar más importante a nivel laboral. A esto se suma el ingrediente de la competencia, sobre todo cuando ambos trabajan en lo mismo.
- Se dice que “los problemas de casa, hay que dejarlos en casa y los del trabajo, en el trabajo”, ¿esto es realmente posible? Es difícil, una cosa es quedar enganchado con todo lo del trabajo y no admitir otro tema de conversación, y otra pretender que uno llegue a casa como si nada le hubiera pasado. Por eso, se deberían hablar todos los temas, para poder contar con la opinión de nuestra pareja.
- Cuando decimos: “dejá los problemas laborales afuera”, en realidad, deberíamos decir: “necesito que te involucres con los temas de la casa”, que el trabajo no sea lo único importante.
4. Los hijos. Las discusiones respecto de los hijos son inevitables y necesarias para acordar temas fundamentales como la educación, los permisos, los límites. Si los dos están involucrados, va a haber diferencias todo el tiempo, y hay que ir negociando. Esto no es fácil, pero ¿quién dijo que criar hijos era fácil?
- ¿Si los papis tenéis diferencias respecto a la educación, qué se puede hacer? Lo importante es pensar siempre en los hijos, surjirán diferencias porque cada uno viene de familias con distintos valores. Pretender que uno se acople a lo que dice el otro es una utopía amigas mías, por ello debéis dialogar de forma pausada hasta encontrar una solución.
5. Las tareas domésticas. El hombre desde siempre suele estar menos involucrado con las tareas del hogar, pero ahora nosotras trabajamos y tenemos una vida fuera de casa, la cual no nos deja tiempo para limpiar, planchar... y necesitamos la ayuda de nuestra pareja. ¡La casa también es suya!
- Una forma positiva de plantear el problema: “Yo vuelvo muy cansada del trabajo y no tengo fuerzas para dedicarme a todo esto. Necesito que hagamos juntos estas tareas”. Esto va más allá de una “ayuda”, lo que se pide es compartir las tareas. Esto no es fácil, porque tradicionalmente, la mujer tiende a tomar la responsabilidad principal en las cuestiones de la casa y pedir una ayuda al otro sólo cuando ya no puede más. Pero hay que empezar, de a poco, a cambiar la forma de pensar y conseguir que colaboren.
6. Los celos. ¿Cuándo son normales y cuándo pueden destruir una pareja? Cuando los celos se tornan exagerados o enfermizos, terminan destruyendo la relación. Uno de los pilares de la pareja es la confianza implica tener en cuenta que nadie es dueño de nadie. El otro es una persona autónoma que elige estar con uno.
- ¿Cómo podemos evitar que arruinen la relación? Creo que, desde un inicio de la relación, no hay que dar lugar a los comentarios que parecen inocentes pero que encierran un intento de control. Se empieza por preguntar: “¿qué ropa te ponés, con quién te vas a ver, o a qué hora volvés?”. Pero, si se toleran esto da lugar a una intromisión cada vez mayor. Entre personas que se quieren y se tienen confianza, cada uno es dueño de vestirse como quiere, salir con amigos sin su pareja o disponer de su tiempo sin que esté necesariamente engañando al otro.
- Pero no siempre es fácil hacer entender esto, ¿cómo se “convence” al otro de que uno se está “portando bien”? No se trata de convencer a nadie, sino de hablar, ver entre ambos qué actitudes provocan desconfianza, si se pueden cambiar o si es un problema del otro que le cuesta creer. En todo caso, ¡si falla la confianza la pareja tiene mal pronóstico!
7. El tiempo libre. ¿Por qué los fines de semana o las vacaciones pueden volverse una pesadilla para la pareja? En general, hay muchas discusiones respecto a qué se hace en el tiempo libre y cuánto de él se dedica a la pareja o a la familia y cuánto a uno mismo. Lo que ocurre es que, casi siempre, hay uno en la pareja que es más activo que el otro, mayormente, la mujer. Y es la que decide qué hacer y en dónde, y el otro se comporta pasivamente.
- ¿Cómo se negocia el manejo del tiempo libre? Es bueno tener un tiempo para estar juntos, divertirse y comunicarse. Para ello habría que elegir una actividad o dos para compartir por fin de semana. Por ejemplo: ir al cine, o a comer, o a casa de amigos.
- Pero el resto del tiempo libre se debe utilizar para uno mismo, junto con amigos y familiares. Tu pareja debe realizar actividades que le llenen, pero sin tu compañia. Y tú Bambina deberías hacer lo mismo. Con ello echarás de menos a tu amor y tendrás algo nuevo que contarle cuando os rencontréis. ¡Estar mucho tiempo juntos no es bueno!
8. Los intentos de cambiar al otro. ¿Por qué, si elegimos a alguien por lo que es, después queremos cambiarlo? Los terapeutas de pareja suelen decir que la gente se separa por lo mismo que se enamora. Muchas veces, se elige lo opuesto, aquello que nos complemente. Y, mientras no se convive, es fácil admirar en él otro esos rasgos diferentes. Pretender cambiar la forma de ser del otro no sirve.
- El cambio es algo que la persona tiene que hacer por sí mismo, no en el momento y de la manera en que nosotros queremos. Si tratamos de imponerle a nuestra pareja nuestro modo de pensar o la forma en que nosotros haríamos las cosas, lo más probable es que, tras largas horas de discusión, cada uno siga en su postura, más cerrado que antes.
- Lo que podemos hacer es plantear claramente aquello que queremos, pero sin tratar de convencerlo. Empezar con las frases asertivas: “Yo necesito, yo deseo, yo pienso”. No lo que el otro debería pensar, ver o hacer.
9. Los detalles. Las parejas discuten por grandes temas, pero terminan peleándose por quién dejó el suelo del baño mojado… Sí, porque las grandes decisiones, en general, se hablan antes, durante el noviazgo o en las primeras etapas. Es muy raro que, una vez formada la pareja, se encuentren con que uno quiere tener hijos y el otro no, o que uno quiera ir a vivir en un lugar contrario al otro. En cambio, las discusiones por temas más pequeños son muy frecuentes. ¿Por qué?
- Los detalles no son tan detalles. Esas peleas revelan luchas por el poder, inflexibilidad e intolerancia. Dicen mucho sobre la consideración que se tiene por el otro; cuestiones sobre quién se siente con derecho a disponer del coche, o de los ahorros y qué lugar ocupa cada uno.
- Pero, ¿Mis queridas Bambinas vale la pena pelearse estos detalles? Vale la pena hablar sobre ellos, porque son cosas que nos molestan. Siempre siguiendo las reglas: Plantear el tema en forma positiva, desde la primera persona y no como una acusación, y dejando en claro cuál es nuestra propuesta o qué necesitamos.
10. La necesidad de ganar o tener razón. ¿Cuándo conviene ponerse firme y cuándo es mejor decir “hasta aquí llegué” en una discusión? Hay momentos en que es bueno plantear temas y discutirlos, y, en otro momento, es bueno dejar pasar el problema. Muchas veces, queremos convencer al otro de que tenemos razón o de una determinada idea. Debemos preguntarnos si queremos resolver el problema o simplemente ganarle al otro.
- ¿Qué herramientas hay que tener en cuenta para resolver los conflictos? La capacidad de poner límites. Esto implica reconocer y trazar las fronteras que nos separan del otro.
- Es muy importante expresar lo que sentimos y queremos y, también, lo que nos desagrada. La flexibilidad es otra gran virtud para resolver los conflictos. Recuerda ¡Quien es flexible es más fuerte, porque perdura y se adapta!.
Bambinas espero y deseo que con estos diez consejos podáis volver a tener una relación feliz y duradera, dejando a un lado las riñas que tal mal nos hacen sentir. Para acabar os muestro este vídeo, os enseñará los errores que no debéis cometer en las discursiones con vuestro Bambino . Besitos. lindas.
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♥Eri♥

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